Lesiones Musculares

1. ¿Qué son?

Se caracterizan porque son patologías difíciles de tratar, con recaídas frecuentes y se dan en deportes que precisen aceleraciones rápidas (velocistas, futbolistas). Afectan básicamente a los músculos flexores de la rodilla y su evolución no sólo depende de la cantidad del músculo lesionado, sino de la localización dentro del músculo o del deporte practicado. Existen básicamente tres tipos de lesiones (Figura1):

– Grado I: elongación (sobreestiramiento de todo un músculo sin llegar a ocasionar un daño anatómico. No produce hematoma y el periodo de recuperación es corto), contractura (incremento de la tensión del músculo en estado de relajación tras un esfuerzo prolongado).

– Grado II: rotura fibrilar (interrupción en la continuidad de un grupo de fibras musculares que ocasiona una hemorragia local y la consiguiente respuesta reparativa).

– Grado III: rotura muscular (mismo cuadro anterior, pero afectando a un número importante de fibras o a todo el músculo).

2. ¿Cuál es su causa?

La causa básica de la lesión es una falta de coordinación entre la musculatura flexora y extensora que puede deberse a:

– Factores individuales: sexo, edad, fragilidad constitucional.

– Focos infecciosos locales: dentarios amigdalares etc.

– Errores higiénico-dietéticos: alimentación e hidratación inadecuada, no realizar descanso físico, abuso de tabaco y alcohol.

– Mala protección al clima del entorno.

– Calzado deportivo inadecuado.

– Falta o errores en el entrenamiento.

– Falta o errores de calentamiento y estiramiento.

– Sobreesfuerzos.

3. ¿Cuáles son los síntomas?
– Elongación / contractura: dolor que en muchas ocasiones no impide continuar con el deporte y que se inicia en una carrera o salto.

– Rotura fibrilar: Dolor agudo punzante que impide la práctica deportiva. El estiramiento pasivo y la contracción contra resistencia son dolorosas.

– Rotura muscular: dolor importante con caída al suelo. El músculo no puede efectuar la función. Se puede palpar un hachazo

4. ¿Cómo se diagnostica?
En la mayoría de las ocasiones con el interrogatorio y la exploración es suficiente. Cuando el cuadro es más grave requerirá una ecografía o una resonancia nuclear magnética

5. ¿Cómo se trata?
El tratamiento se divide en tres fases:
Primera fase: orientada a la reabsorción del hematoma y zonas necróticas.
Segunda fase: encaminada a la orientación de las fibras regeneradas mediante estiramientos mecánicos prudentes.
Tercera fase: dedicada al fortalecimiento de la cicatriz y la reincorporación progresiva al deporte.

Toda lesión muscular implica la siguiente conducta terapéutica sistemática:

  1. Aplicación de frío local: hielo envuelto en un paño, no aplicado directamente sobre la piel, en periodos de 15 minutos, varias veces al día.
  2. Reposo de la zona, descarga de la extremidad inferior.
  3. Vendaje compresivo.
  4. Antiálgicos y decontracturantes.
  5. Si se demuestra la existencia de un hematoma delimitado y si su tamaño es llamativo puede precisar su evacuación por punción.
  6. Antiinflamatorios solamente a partir del 5º al 7º día.
  7. Inicialmente el masaje está prohibido en la zona lesionada. Puede ser útil en las zonas distantes al foco de la lesión para relajar el resto del muslo o para el drenaje a distancia de la lesión y siempre realizado por manos expertas.
  8. A partir de los 5 días termoterapia antiinflamatoria sobre todo con ultrasonidos y se puede iniciar el masaje superficial.
  9. Cuando la palpación del músculo, el estiramiento y la contracción se hacen indoloras se puede empezar con los estiramientos pasivos y los ejercicios de potenciación muscular.
  10. Metodología rigurosa en la reanudación de las actividades a partir del 20º día con músculo no doloroso al estiramiento pasivo:
    1. 1. Andar.
      2. Carrera continua.
      3. Progresión paso corto sin cambios de ritmo.
      4. Velocidad paso largo.
      5. Carrera corta y rápida..
      6. Cambios de ritmo.
      7. Salto, golpeos de balón.
  11. Nunca iniciar carrera con dolor aunque sea mínimo
  12. En caso de cicatrices dolorosas, pueden ser útiles las infiltraciones.

PERIODO APROXIMADO DE CURACIÓN

  • Contractura: 7-10 días.
  • Rotura fibrilar: 2-4 semanas.
  • Rotura muscular: 6-12 semanas.

6. ¿Cuál es su prevención?

  1. Evitar sobrecargas innecesarias.
  2. Realizar masajes de relación tras la competición.
  3. Potenciación muscular.
  4. Estiramiento muscular.
  5. Descanso oportuno.
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 Figura 1: tipos de lesiones musculares.

Osteoporosis

1. ¿Qué es?

Es una enfermedad generalizada caracterizada por la disminución de la resistencia ósea que condiciona un aumento del riesgo de sufrir fracturas por traumatismos menores. El hueso se vuelve más poroso, aumentando el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior (Figura 1).

2. ¿Cuál es su causa?

A los 35-40 años el cuerpo adquiere el pico máximo de masa ósea. Desde esa edad, el hueso adulto se renueva constantemente para mantener sus propiedades (remodelación ósea). Las causas básicas de la osteoporosis son:

    1. Pico de masa ósea bajo: intervienen factores genéticos/hereditarios (raza blanca, antecedentes familiares de fracturas osteoporóticas), la mala alimentación y el escaso ejercicio físico.
    2. Pérdida de masa ósea y de la calidad del hueso: es lo que ocurre cuando envejecemos.
    3. Cuando se forma menos hueso que el que se destruye (balance óseo negativo): Es lo que ocurre básicamente cuando desaparece el periodo en las mujeres (menor producción de hormonas femeninas), cuando se administran ciertos tratamientos como los anticonvulsivantes o inmunosupresores, en la insuficiencia renal y en pacientes trasplantados.

Otros factores de riesgo para padecerla son el índice de masas corporal bajo, enfermedades endocrinas y reumáticas, tratamientos con corticoides, tabaquismo y alcoholismo.

3. ¿Cuáles son los síntomas?

La osteoporosis es asintomática hasta que se produce una fractura. Las fracturas producen dolor y deformidad. La fractura vertebral produce deformidad de la estructura del raquis con pérdida de la estatura, dorso redondeado y dolores crónicos que merman la calidad de vida de los pacientes. Otras dos fracturas también frecuentes son las de la muñeca y cadera.

4. ¿Cómo se diagnostica?

Al tratarse de una enfermedad asintomática, hasta la presentación de sus complicaciones óseas es necesario un diagnóstico precoz, que viene dado por la historia clínica, con análisis de factores genéticos, nutricionales, ambientales y factores de riesgo, la exploración física que debe incluir una medición de la talla para detectar su pérdida.
La radiografía convencional no ha demostrado ser un método sensible ni específico para valorar los cambios de masa ósea. La apreciación subjetiva de signos de osteoporosis se observan tardíamente, cuando la pérdida de masa ósea representa alrededor del 30-50% del total. En cambio, sí permite detectar la presencia de fracturas vertebrales. La medición del contenido mineral óseo en el fémur proximal y la columna lumbar mediante densitometría ósea, es la prueba más útil para el diagnóstico de osteoporosis y la valoración del riesgo de fractura.

5. ¿Cómo se trata?

Los pacientes que han sufrido una fractura osteoporótica deben ser tratados para reducir el riesgo de nuevas fracturas. Tratamiento no farmacológico:

a. Seguir una dieta rica en calcio: se precisan de 1000 a 1500 mgr de calcio al día. Básicamente se encuentra en los productos lácteos, cereales, productos de soja, almendras avellanas, frutas (naranja, mandarina), pescados (sardinas, boquerones) y verduras (acelgas, espinacas berzas, judías verdes, col, escarola).
b. Ingerir vitamina D: estar al sol entre 5 y 15 minutos por semana o tomar un complejo polivitamínico podrán proporcionar suficiente vitamina D.
c. Hacer ejercicio adaptado al paciente: cualquier actividad que se realice de pie hace que se fortalezcan los huesos.
d. Llevar un estilo de vida saludable: evitar el consumo de tabaco y de alcohol.
e. Instaurar medidas y consejos para evitar caídas.

6. Tratamiento farmacológico:

Su médico le podrá prescribir medicación antirreabsortiva además de calcio y vitamina D. Requerirá seguir las instrucciones precisas en cuanto a su administración y tiempo máximo de tratamiento.

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 Fig. 2 Hueso con Osteoporosis
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 Fig. 1 Hueso sin Osteoporosis